martes, 2 de diciembre de 2008

Dañar tu Corazon 1

El inicio del final

-Éramos felices, realmente éramos felices-

Formaban una pareja realmente feliz, en su vida no cabían los problemas, un matrimonio envidiable, habían sucedido tantas cosas antes de que ambos pudieran unir sus vidas. Pero en aquel momento, ya no había tiempo para pensar en el pasado, simplemente eran felices.
Ella una hermosa mujer su cabello color fuego, su nívea piel, ojos verde-mar que a el hipnotizaban, delicadas curvas que a el volvían loco, su largo cabello resbalaba por su espalda en finas ondas. El todo un apuesto joven, alto, perfecto cuerpo con marcados músculos, sus brazos eran firmes, a ella le gustaba tanto que la abrazara, piel bronceada, cabello azabache.
Eran tan parecidos pero tan distintos a la vez, se complementaban el uno al otro, no había duda, formaban la pareja perfecta.

Ambos se habían conocido desde niños, en aquel viaje inolvidable para ambos. Ahora al pasar el tiempo habían terminado juntos, así como una vez lo había dicha Melody, una buena amiga de ambos. El siguió sus viajes, sin la compañía de ella, mientras ella se hacia cargo del gimnasio de Cerulean. Pudo cumplir su más anhelado sueño, convertirse en maestro pokemon a base de esfuerzo y demasiados sacrificios entre ellos, dejar a un lado al amor de su vida. Mientras ella ansiosa esperando el regreso de su eterno amor, emprendió un viaje para completar sus estudios y conocer mas a fondo todo sobre el mundo acuático.

El regreso a pueblo Paleta, lleno de triunfos y victorias, aun así dentro de el sentía un gran vació, algo le faltaba y en su lejanía se había dado cuenta de lo que era, le hacia falta su fiel compañera de viaje, su mejor amiga, decidido comenzó a buscarla para confesarle lo que el realmente sentía. Ella por su parte seguía muy lejos de Kanto. Aun así para el no fue difícil hallarla, la encontró tal y como la había soñado, completamente para el.

Poco tiempo paso para que ambos decidieran unirse en matrimonio y compartir el resto de su vida juntos. Sabían que estaban destinados a estar juntos eso nada ni nadie lo impediría. Nadie impediría su felicidad, o al menos eso creía. Aquel día era ya su Quinto Aniversario de Bodas.

-Mami ¿A que hora va a llegar papi?- pregunto un niño de alrededor de 3 años, su cabello azabache, ojos verde mar, tez blanca, muy parecido a la mujer que se encontraba vistiéndolo para esa ocasión especial.

-Ya no ha de tardar, Matt- contesto la joven mujer pelirroja
-Es que el prometió que hoy jugaría conmigo- dijo en forma de berrinche el pequeño

-Y lo hará, Matty- respondió su mama con una sonrisa delineada suavemente en sus labios mientras terminaba de ajustar la camisa de botones dentro de los pequeños jeans del niño

La mujer volteo a ver el reloj en forma de balón que se encontraba en una de las paredes pintadas de azul cielo en la habitación del niño. El reloj marcaba las 2 en punto, la hora de la comida.

-Bien, mi amor, es hora de que bajemos y veamos si ya esta la comida lista- dijo mientras bajaba al pequeño de la cama acomodándole en el suelo mientras le extendía la mano para encaminarlo junto a ella al piso de abajo.

-¿Mami?- pregunto el niño

-Si, Matty, dime- respondió dulcemente

-Hoy papi y tu ¿Cumplen años de casados?-

-Si, mi amor, hoy cumplimos 5 años de casados- dijo con una sonrisa que ilumino su rostro

-¡Que bien mami!-exclamo el pequeño mientras que con sus manitas comenzó hacer cuentas gesto que hizo sonreír a su madre-Entonces si tu me haz dicho que nací un año después de que papi y tu se casaron, quiere decir que pronto cumpliré 4 años!- exclamo feliz el niño

A pesar de ser un pequeño de apenas 3 años, era un niño sumamente listo comparando con otros niños de su edad. Matty, como solían llamarlo sus papas era el tesoro mas preciado que ambos tenían, además el de tenerse el uno al otro. Su amor y su unión eran la base de su felicidad.

-Si, bebito, así es- contesto mientras acariciaba dulcemente el cabello del niño

-Mami, no me llames así- dijo de forma molesta mientras cruzaba sus pequeños brazitos y en su cara se dibujaba un gesto de enojo- ya te lo he dicho, mami yo ya soy un niño grande-

-Lo siento cariño- respondió tratando de ocultar la ligera risa que le producía el inocente comentario del niño

El resto del camino fue silencioso excluyendo los pequeños comentarios del niño, bajaron las escaleras, era una casa enorme, esfuerzo de horas de trabajo de su padre, el que ocupaba un puesto importante en la liga, como uno de los mejores maestros pokemon, salieron a la sala principal, siguieron caminando hasta salir a un enorme pasillo que daba con una gran puerta de madera, en este el comedor principal, cruzaron por este para dirigirse a la cocina, la ultima habitación de toda la casa.

-Muy buenos días señora Ketchum, muy buenos días pequeño Matty- fueron recibidos por una joven de alrededor de 20 años, fiel ayudante de Misty, mientras abría la puerta hacia la cocina

-Buenos días, Ada- respondió al saludo con una sonrisa

-Buenos días, Ada- dijo con cariño el niño

Ada, una joven de aspecto agradable, cabello cobrizo y ojos grisáceos, además de ser la ayudante en la cocina, era niñera de Matt cuando así lo requerían las ocasiones especiales como aquel día. Era una gran ayuda para Misty, quizás su mano derecha en los quehaceres del hogar.

-Y como va todo, Ada, ya esta listo el esto…-

-No se preocupe demás, señora Ketchum- interrumpió a Misty-termine todo lo que me pido, es cuestión de minutos para que el estofado salga del horno- dijo mientras sonreía

Una chica realmente eficiente. Misty sonrió para si misma, mientras en su mente se felicitaba al tan atinada decisión de contratarla.

-Muchas gracias Ada, no se que haría sin ti- sonrió-Por cierto, desearía que dejaras de llamarme señora, me haces sentir un poco vieja, dejémoslo en Misty ¿Te parece?- Misty aun no se acostumbraba a que la llamaran señora a pesar de sus 5 años de matrimonio, a sus 25 años se sentía demasiado joven como para que la llamaran así, y realmente era alguien muy joven.

-Pero…-

-Nada, Misty solamente y es una orden- dijo mientras reía

-De acuerdo…Misty-

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-¿Qué hora es, Richie?- oyó una voz masculina detrás del corredor que daba hacia la oficina principal del área de administración. Era el, el encargado de la administración de la Liga.

-Las 2:15- contesto mientras el chico de cabellos cafés que se hallaba a un lado de la oficina principal acomodaba algunos papeles sobre su escritorio dispuesto a salir para la hora de comida.

-¡Que!- exclamo exaltado-Misty, Matt…Por Dios, hoy cumplo 5 años de feliz matrimonio y se me tuvo que haber olvidado, el regalo!-

-Cálmate, Ash- dijo mientras entraba en la oficina de este.

-¿Qué me calme?- grito

-Si, ese problema ya esta solucionado, definitivamente eres un despistado- dijo mientras deshacía un poco el nudo de su corbata y daba ligeros pasos al escritorio de su compañero de trabajo-Si mal no recuerdas, hace 1 semana nos encargamos de ir a comprar el regalo para Misty, para que esto no sucediera-sonrió

-Oh, si tienes razón- sonrió mientras se alborotaba el cabello

-De acuerdo, Ash…Nos vemos mañana ¿supongo?-

-Si me tomare el resto del día, hoy se lo dedicare por completo a Misty -su mirada se ilumino tras pronunciar su nombre

-Realmente estas muy enamorada de ella, siempre lo haz estado-suspiro

-Si Richie, créeme que ella y mi pequeño Matt, es lo mas preciado que tengo en la vida, lo que mas amo, ambos son lo mejor que me ha pasado, ni los torneos, ni medallas, ni toda la Liga ni por nada cambiaria el despertar al lado de ellos, no se que haría si algo les llegara a suceder-

-Me alegra, que al menos tú seas feliz- contesto su amigo con un dejo de nostalgia

-Vamos Richie. Si tu estas viviendo con Dawn¿Qué no es así?-

-No…ya no-agacho la mirada

-¿Qué fue lo que sucedió?-

-Ya sabes, lo mismo de siempre…No congeniábamos en la mayor parte de las cosas, creo que ella aun sigue siendo muy niña, además ella siempre esta fuera de la ciudad, demasiado ocupada con sus concursos de coordinadora…y a mi, pues la Liga, los torneos, me roban demasiado tiempo-

-Tu tranquilo, Richie, quizás Dawn no es la mujer para ti, ya veras que muy pronto la encontraras-sonrió

-Gracias, Ash, tu siempre sabes que decir-

-De nada…ya sabes que para eso están los amigos, además tu me ayudaste a encontrar a Misty, sin tu ayuda, quien sabe si en estos momentos estuviera cumpliendo 5 años de matrimonio

-Pues como tu lo dijiste, para eso están los amigos-

-Bueno Richie…-miro el reloj de mano que había olvidado que llevaba puesto se le estaba
haciendo tarde- me disculpas, debo irme- dijo mientras salía de la oficina

-De acuerdo-sonrió- ah y por cierto, antes de que lo olvides, el regalo de Misty esta escondido en el almacén-

-Oh gracias de nuevo-retrocedió para recoger el regalo de su querida Misty

Su amigo se quedo en la puerta de la oficina principal viendo como se alejaba Ash, con el regalo de Misty entre manos, un hermoso anillo de diamante color verde-mar, el color de sus ojos, el color del mar, el lugar que tanto amaba. En su interior deseada algún día poder hallarse en el lugar de su amigo. Lleno de tanta alegría, todos los días eran felices para el.

Se dirigió hacia su coche, dispuesto a partir lo antes posible para llegar hasta su casa, a las afueras de Viridian City, apresuro su andar, sin darse cuenta que alguien lo seguía. Un coche guindo y dos hombres sobre el partieron detrás de Ash.

-Es el, John- dijo el copiloto a su compañero de auto mientras observaba la foto de una familia de tres miembros, un apuesto hombre moreno, cabello negro, una atractiva mujer de hermosos ojos verde mar y cabello rojo, en los brazos de ella, un pequeño con parecido a ambos, en especial a ella

-Si, me he dado cuenta, han de tener mucho dinero, mira su auto, además el es el administrador de toda la Liga de la región de Kanto-

-El nos llevara hasta nuestras victimas-

-Ya lo creo, Kyle, el es una de ellas, pero debemos de irnos con mucho cuidado y ser muy cautelosos-

-De acuerdo-

Detuvo el coche en una enorme y hermosa casa sobre unas inmensas colinas a las afueras de Viridian City, abrió la puerta, bajo del auto y comenzó a envolver el obsequio de Misty bajo su saco, el cual ya no llevaba puesto.

-¡Mami!-grito el pequeño Matt que veía por una de las gigantescas ventanas hacia fuera- Ya llego papi-

-Oh Matty, es hora de ir a lavarse las manitas para comer, ve con Ada- dijo mientras volteaba a ver a su fiel ayudante con mirada cómplice

-Pero Mami-reprocho Matt

-Pero nada, Matthew Alexander Ketchum-Waterflower, no reproches y ve con Ada-

El niño se dirigió con Ada, mientras las pisadas del hombre de la casa se acercaban mas a la puerta principal, Misty corrió a recibirlo.

-Mi amor- dijo Ash, mientras miraba sorprendido a la joven que había abierto la puerta, si para el todos los días lucia hermosa aquel aun mas, ya que se había esmerado mas en su arreglo. Lucia un mini vestido de día color rosa, que enmarcaban su delicadas y finas curvas

Misty se abalanzo sobre el, abrazándolo y besándolo apasionadamente recordando las épocas de su adolescencia.

-Lo siento, Ash, fui muy impulsiva-

-Descuida, amor, sabes que eso es de las cosas que hicieron que me enamorara de ti-

-Te amo-le dio un pequeño beso en los labios

-Sabes algo, muero de ganas de que sea de noche y quitarte ese vestido-sonrió pícaro

-Oh Ash-dijo sonrojada

-La comida esta servida-fueron interrumpidos por Ada y el pequeño Matt detrás de el

-Papi, papi, hoy si vamos a jugar verdad-

-Claro Matt, pero ahora vamos a comer-

-Pikachu puede venir mami-

-De acuerdo, Matty-

Todos se dirigieron hasta el comedor principal, donde la mesa ya estaba servida, cada quien tomo su asiento. Ada se acerco a Misty, quien se encontraba al lado derecho de Ash.

-Y bien ¿Saldrán esta noche¿Cuidare a Matt?-

-Si Ada, saldremos esta noche- contesto con una sonrisa en los labios

-Entonces con su permiso-

-Bien, entonces comamos- dijo Ash

-Si papi y cuando terminamos podemos ir a jugar-

-Si, Matt…-voltio a ver a Misty-En cuanto a ti, espero que pronto se haga de noche-dijo con tono de complicidad. Misty solo le devolvió el gesto con una sonrisa en los labios y mejillas ruborizadas.

-Así que aquí es donde viven…que hermosa casa-

-Pues ya que lo sabemos, deberían de andarse con mucho cuidado-

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